Mi esfuerzo aquí es que no creas hasta que sepas. Cuando sabes, no hay necesidad de creer, tú lo sabes. Yo destruyo todos los sistemas de creencias y no te doy ningún sustituto. Por esto, no es fácil entenderme. Osho

lunes, 12 de enero de 2015

42 [Película recomendada]

Desde el pensamiento sistémico se puede encontrar gran afinidad con esta película, ejemplo de los paradigmas y modelos mentales arraigados en las personas. Pero también cómo ir en contra de lo establecido e idealizar cambios sociales y morales en el mundo.





Título original: 42
Año: 2013
Duración: 128 min.
País: Estados Unidos
Director: Brian Helgeland
Guión: Brian Helgeland
Música: Mark Isham
Fotografía: Don Burgess
Reparto: Chadwick Boseman, Harrison Ford, Nicole Beharie, Christopher Meloni, Alan Tudyk,Lucas Black, John C. McGinley, Ryan Merriman, Jud Tylor, T.R. Knight, Brett Cullen,Hamish Linklater, Toby Huss, Brad Beyer, Rhoda Griffis, Mark Harelik
Productora WB / Legendary Pictures
Género Drama | Basado en hechos reales. Biográfico. Deporte. Béisbol. Años 40. Racismo


“42” es, en primer lugar, una película sobre los derechos civiles y la historia de Estados Unidos. En 1945 el país salía victorioso de la II Guerra Mundial y se comenzaban a sentir vientos de cambios, pero el béisbol seguía anclado en el pasado, separado en las Grandes Ligas “blancas” y las “Negro Leagues”. Entonces el presidente de los Brooklyn Dodgers, Branch Rickey (interpretado por Harrison Ford), se decidió a contratar a un jugador de color en contra de la opinión de sus colaboradores y otros directivos. “Nueva York está llena de fanáticos del béisbol negros. Los dólares no son blancos o negros. Todos son verdes”, argumenta Rickey en la película.

El elegido fue Robinson (interpretado por un correcto Chadwick Boseman), al que Rickey le pidió que tuviera las “agallas” para no responder a los ataques racistas que sin duda iba a recibir. “Deme un uniforme y un número en mi espalda, y yo le daré las agallas”, respondió Robinson.

Y vaya que si respondió. En muchos campos recibía insultos racistas. Algunos pitchers le lanzaban bolas a la cabeza, más de un cátcher le escupía en los zapatos… pero Robinson se centró en jugar cada vez mejor y en poner la otra mejilla. Con ello se ganó primero el respeto de sus compañeros, que al principio no lo querían en el equipo. Fue el segunda base Eddie Stanky (Jesse Luken, un actor fanático del béisbol, por cierto), el primero en enfrentarse a un rival que no dejaba de insultar a Robinson. Luego vinieron otros y el béisbol cambió. Robinson, el deportista, se convirtió en un héroe de la lucha por la igualdad. En un icono de los Estados Unidos.

0 comentarios:

Publicar un comentario